Gorobel mendilerroa
La Sierra de Salvada o Sálbada (en euskera: Gorobel mendilerroa o también Salbada mendilerroa) es una cordillera situada al noreste de Burgos, formando parte también de Alava y del enclave vizcaíno de Orduña. La ladera sur de esta sierra, incluida en la vertiente mediterránea, es la que forma parte de Burgos. La ladera norte, por el contrario, forma parte de la Comunidad Autónoma Vasca y está incluida en la vertiente Cantábrica. Sierra de Salvada es conocida por su estructura característica creada por las laderas escarpadas del norte, que se alzan a lo largo de 25km; y por su biodiversidad, formada por 224 especies de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos y vegetales.[1] Por ello, esta sierra está considerada "Zona de Especial Protección para las Aves"(ZEPA).
La Sierra de Salvada es el antemural de la meseta castellana que se extiende de Este a Oeste entre el pico de Goldetxo o Txarlazo --sobre el que se yergue el monumento a la Virgen de la Antigua, de Orduña-- hasta la peña de Aro, en cuyo paraje cambia de nombre la cordillera para llamarse peña de Angulo, de Igaña; pico del Ahorcado, peña Complacera, asomándose finalmente al real valle de Mena, que se extiende al pie del escarpe.
La sierra de Salvada o Sálbada, como suelen acentuarla los pastores que allí trabajan, es un inmenso muro defensivo, abrupto y tajante, que constituye la divisoria de aguas del océano y del Mediterráneo, y también el límite de Burgos con Vizcaya y Álava. Tiene abundante bosque de robles, hayas y fresnos en las laderas que descienden hacia la Tierra de Ayala, que disfruta de estos pastizales tan codiciados. Diez picos, de 1000 metros de altura y denominación euskeldun, conforman el perfil de estas montañas, que, contempladas desde Quejana o Artziniega, tienen en los días nubosos un aire ceñudo, sombrío y amenazador, propicio para constituir un escenario wagneriano adecuado a la gesta de Parsifal.
Se discute sobre la etimología de la palabra Salvada, que una fábula atribuye a la exclamación de los nobles leoneses en retirada desde la rota Arrigorriaga, considerándose a salvo tras alcanzar el portillo de la cumbre que desemboca en el valle de Losa. Otros autores, como Néstor de Goicoechea, el mejor conocedor de la montaña vasca, se inclinan por encontrar raíces euskéricas al vocablo. Lo cierto es que el Monte Salvat de la crónica medieval que dio forma a la leyenda del Grial está aquí, en la toponimia actual moderna, ante nosotros. Desde Artziniega, por el portillo de Angulo en que termina la sierra de Salvada, subimos a la meseta castellana.